█ Si bien...

█ Si bien, el arte parte de la opresión que vivimos, de la supervivencia de la cultura ante la sociedad, de nuestra individualidad ante los procesos racionales y mecanicistas. Y es el arte la forma más eficiente de captar la vida. Entonces debemos admitir que tanto el arte como la vida tienen su propia racionalidad, su propia lógica de supervivencia darwiniana que de antemano evitaran todo estado de incertidumbre y muerte propio, que obviamente no implica la racionalidad conjunta del discurso humano, pero sin embargo el inconsciente de la masa  puede llevar a un estado de equilibrio de dialéctica socialmente eficiente para todas las partes o metalenguaje. Principio pragmático del pensamiento postmodernista. Del individuo escribe Adam Smith: Al buscar su propio interés, a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si realmente pretendiera promoverlo. Entonces el arte denunciante mas que ingenuo solo es circunstancial en su forma, ya que solo remite ante la sociedad autoritaria su forma de supervivencia por el cual puede difundir ideas. Ni tampoco debemos de eliminar las vanguardias o las formas artísticas desechadas por el proceso del modernismo y que todavía funcionan o siguen vigentes en la actualidad. Si bien se pueden ver como puentes cognoscitivos constantes que permiten al lego formular una lectura y dialéctica introductiva propia y posteriormente evolutiva sobre el arte, a partir de clichés, ideas preestablecidas o etiquetas. También se pueden ver como puentes constantes que de cierto modo facilitan y permiten la continuidad del entramado discurso humano. ¿Pero cómo demostrar tanto teóricamente, como pragmáticamente la existencia del equilibrio de las relaciones humanas fuera del lenguaje propiamente dicho? Generalmente por el lado de la civilización se le atribuye a León Walras la teoría y las ecuaciones del equilibrio general. Y en el segundo tercio del siglo XX, J. Von Neumann, A. Wald, Kenneth Arrow y Gerard Debreu ofrecieron una prueba de los equilibrios de mercado utilizando herramientas tales como la topología y la teoría de los conjuntos. Entonces uno descubre en la mesa de ping-pong de Orozco, su amplia sinopsis y dialéctica que desecha de antemano todo lo abstruso, donde no es necesario tener un amplio lenguaje o un amplio conocimiento de las estructuras y relaciones sociales para ser participe, interactuar y enzarzarse en ella de modo espontáneo. ¿Cuándo el juego se convirtió en teoría? Y aquí está la mesa de ping-pong devolviendo de nuevo esa teoría al juego. Es solo un juego, es solo energía cinética que refuerza la predilección humana fundamental por el libre albedrío. No existe nada concreto ni preciso en ella, más que el agrupamiento de los individuos para llevarlo a cabo. ¿Qué fuerza o gravedad hace que las unidades o individuos se unan o agrupen? ¿Qué parábola hace converger al ambiente y los diferentes elementos en un mismo punto? Es la incertidumbre, y sobre la incertidumbre se construye el lenguaje, la dialéctica e interacción entre los elementos, donde se concluye que la libertad (entendida como niveles de libertad, es decir, que tan libre es A de B) radica en el margen de ingravidez (en su defecto una velocidad de escape) que posea el objeto o individuo ante un centro relativo, tal como en las impresiones o la pintura en gravedad cero de Niu Bo. ¿Qué es la liberación humana?, sino volar en el cielo sin alas, afirma el propio Niu Bo. Y donde  la improvisación y creatividad es la forma que toma la supervivencia ante lo desconocido. Entonces pensemos en el arte, solo como un mediador que trabaja sobre la incertidumbre entre el artista y el espectador. Un mediador que permite cierto grado de reestructuración sináptica, según de lugar o lo permitan la casualidad de los procesos dialécticos entre artista y espectador.

Samuel Ayala Lozano