█ Si tenemos que es el arte...

█ Si tenemos que es el arte como el mejor medio de captar la vida. Tal como nos sugieren las ideas de John Cage, es decir, ya sea que estemos escribiendo o componiendo debemos tomar en cuenta el ambiente, ya sea para bien o para mal, puesto que el ambiente es el reflejo de lo que hacemos. La construcción de una persona es parte del todo, y el todo es parte de la construcción de una persona, en está creación de un nuevo universo interrelacionado e hipervinculado, lo que se define en el plano visual como un voyeurismo masificado. La cultura lo traduce en nuevas formas de montaje basado en el desmembramiento y fusión de formas anteriores, nuevos procesos de creación continua. No existe nada nuevo, siempre tienen que ser dos elementos anteriores para la creación de algo diferente. Uno y uno hacen dos, dos y uno hacen tres, y así sucesivamente. Tal como menciona Leopold Kronecker: Los números enteros son obra del buen Dios. Todo lo demás es obra del hombre. El problema radica en preguntarnos de donde surgen estás primeras unidades, tal como los teóricos del número, regresar a estudiar y cuestionar los primeros pasos, los más falaces, los más engañosos y los más estimulantes. El matemático Alfred North Whitehead, en su libro Introduction to Mathematics, escribe: No puede entenderse con suficiente claridad que, en la ciencia, los términos técnicos son nombres asignados de manera arbitraria, como los nombres cristianos a los niños. No puede ponerse en duda si los nombres están bien o mal. El principio es enunciado con mucha claridad en Alicia en el País de las Maravillas por Humpty Dumpty, cuando dice el propósito de su uso de palabras, les pago más y las hago tener el significado que yo quiero. Donde este “les pago más”, no es otra cosa más que el valor que imprimen las relaciones y jerarquías de los individuos en la sociedad ante el discurso humano. El espacio convertido en un centro relativo, cumple por ende la función de un escenario, de un teatro. Ya que existe una cierta predisposición social y funcional por parte del hombre hacia esté, basada en la construcción perceptiva en base a estímulos sensoriales; ya sea visuales, sonoros, etc... Es decir, en un espacio con formas funcionales de asientos tenemos una cierta disposición ha sentarnos, igualmente en un camino peatonal existe cierta disposición por caminar. Al entrar en un cierto espacio definido estamos de ante mano asumiendo una postura particular o un cierto papel acorde con el espacio, cuyo guión es una configuración de estructuras socioculturales y elementos funcionales del cuerpo en el espacio con el que se interactúa. Tal como la Alicia de Lewis Carroll, donde ella solo asimila y sigue la lógica del espacio o el lugar con el que se interactúa. De palabras de John Cage: El teatro está dondequiera, sucede todo el tiempo, donde sea que estemos, y el arte sólo nos persuade de que así es. El objeto artístico tendrá por ende la función de reactivar el espacio mediante un hipervínculo. Es solo abandonar la rutina y buscar acercarnos al caos. Definiendo el caos como la causalidad de la interposición y choque de una infinidad de órdenes en nuestro universo finito y limitado. Sin  embargo no hay que olvidar que nuestro universo no es caos absoluto, ni una armonía absoluta, el movimiento de las partículas moleculares en su disolución del calor y el orden (entropía), sería una muy buena excepción. Por lo tanto el no es la afirmación del sí, una parte no puede existir sin su opuesto, como la idea de dualidad de la filosofía oriental del ying-yang. Es decir, es la gama, relación y fluctuación entre ambos. ¿Cómo crear algo bajo un estado de entropía mínima? ¿Y cómo crear algo en un estado de máxima entropía? En ambos casos el universo muere. Entre el blanco y el negro existen toda una infinidad de colores. Pero no es algo lineal, ni mecanicista, es algo más complejo, un mundo inestable en conflicto y oposición constante. ¿Por qué? Esto se debe a que los órdenes en un estudio dado actúan mejor en zonas de concentración y análisis de elementos homogéneos, mientras que es más susceptible el caos en zonas de concentración y análisis de elementos heterogéneos. Pero dada la objetividad de la realidad, el sesgo o la esperanza de vida del caos es casi inversamente proporcional al tamaño de la muestra (ley de los grandes números), o mejor dicho, inversamente proporcional a nuestra amplitud y capacidad al analizar y discernir sobre los elementos o individuos que conforman un contexto o estructura. Principios básicos de la estadística (la curva de Laplace-Gauss). Pensar en el universo no como una máquina que funciona en forma determinista cuyo futuro está completamente determinado por la posición de sus constituyentes en un momento dado, sino el universo bajo el principio de incertidumbre de Heisenberg, dado que controlamos lo que podemos, y lo demás se lo dejamos al azar. Aunque el principio de Heisenberg no dice nada acerca de la libertad de elección, en otras palabras la facultad de elegir entre posibilidades, por lo menos nos libera del concepto del siglo XIX de que nuestros destinos están completamente predeterminados. Según el principio de Heisenberg no estamos justificados en atribuir a una unidad o individuo, en un momento determinado, todas las cualidades descriptivas corrientes de los objetos del sentido común. La causa y el efecto no están relacionados mecánicamente. Una causa puede tener varias consecuencias, regida cada una ellas por probabilidades. Aunque solo hace falta la incursión de una variable o dato no estipulado en un modelo teórico mecanicista, para que funcione la teoría del caos, la realidad es que se puede dar cierta estimación. Es decir, nadie  puede predecir que una serie de acontecimientos seguirá a otra, salvo como una probabilidad calculable. Donde la ley del desorden predice que un niño que parte de un farol con los ojos cerrados, esté tarde o temprano regresara a su punto de partida. Entonces imaginemos un extenso pastizal, adornado con un viejo y enorme roble en algún punto de esté. Al llevar a un niño a nuestro pastizal imaginario esté casi indudablemente correrá a jugar alrededor de esté viejo roble. De la serie de koans esbozados por Borges, preguntas y respuestas que llevan al satori. ¿Qué es Buda?, pregunta el alumno. El ciprés en el huerto, contesta el maestro. De palabras de Matisse: Todas las líneas deben converger en un centro; de otra manera el dibujo no puede existir como unidad, ya que las líneas de fuga atraen la atención pero no la detienen. Así, las zonas de gran cantidad de concentración de datos, pueden ser fácilmente esbozadas por una gráfica de la curva normal bivariada, o ser tan complicadas como una normal multivariada. El punto de fuga es pues la apropiación artística de la concentración de datos, conceptos y significados en un lugar del contexto específico y concretamente definido, donde debido a su concentración, respuesta e insistencia, tienden a moverse e interactuar de manera más dinámica con el espectador, que de cierto sentido lubrica y reactiva la maquinaria dialéctica entre la obra y el lector, en comparación al resto del espacio o contexto. Una lectura de formas, conceptos y contenidos un tanto centrípeta; de donde parte una conclusión general de manera centrifuga. Ese nudo que logra atar los conceptos a modo de ramillete, para ser recibido por el espectador. La oralidad del punto de fuga de la Caja de zapatos vacía de Orozco. En la cultura capitalista es obviamente el libre mercado, el centro por el cual se conjugan las relaciones de los individuos y donde se realiza el intercambio de signos para establecer el valor de los objetos. ¿Fue realmente coincidencia que Gell-Mann y Ne’eman independientemente coincidieran en la teoría del camino óctuple casi al mismo tiempo? ¿Ó son solo los booms socioculturales de los que habló Cortazar en cierta entrevista? Entonces es posible pensar en la existencia de pliegues y centros relativos temporales dentro del discurso humano.

Así, todo lugar puede ser un centro relativo, donde la perspectiva solo depende del lugar que uno tome en el auto, es decir la posición relativa entre el individuo ante los demás elementos en movimiento. Tal como las Tapas de yogurt de Orozco, uno solo alcanza a ver tres gatos, cuando se descubre que el cuarto gato es uno mismo. Tal como Heráclito nos demuestra que es lo mismo arriba que abajo. Donde la filosofía zen nos muestra el reconocimiento de la naturaleza ilusoria de toda existencia, es decir, un sofisma absoluto. El afuera se convierte en adentro y el adentro se convierte en afuera, mientras que el fin se vuelve el principio. La poética del arte radica en su amplia dialéctica que logra conducir a los sequiturs y a los no sequiturs a una revelación extremadamente despiadada.

Samuel Ayala Lozano